jueves, 4 de junio de 2009

A UN BODEGÓN

¡Oh, viejo bodegón, en horas gratas

de juventud, qué blanco era tu hollín,

y qué alegre, en nocturnas zaragatas,

tu anémico quinqué de Kerosín!..

 

Me parece que aún miro entre tus latas

y tus frascos cubiertos de aserrín,

saltar los gatos y correr las ratas,

cuando yo no iba a clase de latín.

 

¡Pero todo pasó!...Se han olvidado

tus estudiantes, bodegón ahumado,

de aquellas jaranitas de acordeón….

 

¡No vale hoy nada nuestra vida! ¡Nada!

¡Sin juventud la cosa está fregada,

más que fregada, viejo bodegón!..

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